Les llamo y no contestan, y cuando ya estamos a punto de salir hacia la playa de delante de mi casa, suena el teléfono, es Felipe y está con ellos, ya están alli, me da la dirección, ponemos a Street en marcha y para allí que vamos.
Tener una Harley, para mi es esto, ponerla en marcha e ir a buscar amigotes para compartir las penas de esta dura vida.
No fué un viaje largo, la velocidad o las ganas de llegar lo hicieron más bien corto, osea que llegamos antes de lo previsto, al llegar ya salieron de la arena, en bañador, Ivan y Felipe, habían oido el rugir de Street, según ellos desde San Feliu.
Silvia no levaba bikini, lo solucionó con uno de regalo de una revista.
Bajando a la playa, en la arena, los bellos cuerpos de Olga y Lupe destacaban al lado de las esplendidas barrigas de Pepe, Julio, Ivan y Felipe.
Abrazos, besos y un chapuzón en las limpias y cristalinas aguas de Platja d'Aro.
Al salir del agua, un personaje no muy alto pero cachas, me espera con los brazos en jarra, con las piernas abiertas y clavadas en la gruesa arena.
No pude ser, es él, si Jordi o Poly, o Tony o Pepi, yo que sé, pero si es él.
Mas abrazos, y presetaciones oficiales, Silvia está contentísima le quiere mucho.

Durante la comida nos invita luego a su hotel a tomar una cerveza darnos un baño en la piscina, aceptamos, eso sí, después de hacer una pequña siesta al sol y tomar algun bañito en el mar.
Cruzamos la villa en perfecta formación , cruzandonos con un triker que nos saluda levantando el pulgar, salimos viendo pasar el puerto, atarvesando S'agaro y entrando en San Feliu donde debía estar el Hostal del Sol.
Coño con el hostal, una antigua torre del siglo pasado nos mira imponente cuando nuestras motos suben la rampa de cemento para entrar en el parking, en sus jardines y sus balcones y terrazas lucen esplendorosas flores de mil y un color, que destacan contra el beig roto de las paredes, con el blanco de las balaustradas y con el rojo de las tejas, un espectaculo de color y belleza nos es ofrecido con esa vison.


La impresión causada por el hotel y sus instalaciones, nos va llevando a la conclusión que se merece y nos merecemos una fiesta de blanco al finalizar el verano y la temporada del hotel.
Vamos a intentar ocupar las 35 habitaciones con la intención de salir el Sabado 20 de Setiembre de Barcelona para comer en Llagostera o sus cercanias, cerca del hotel, llegar al hotel por la tarde y temprano, ya en hotel sin tocar las motos, hacer una buena siesta, levantarnos y todos de punta en blanco cenar, una cena típica de la Costa Brava, para despues y con la ayuda de un discjokey pasar una velada bailando en el jardin y sobre todo riendo en buena compañía.
Por la mañana quien quiera y sin prisas, la vuelta a Barcelona por otra ruta con parada a comer en cualquier masía del Valles Oriental.
Nosotros ya estamos de acuerdo, para los que no lo lean y consideremos que han de estar les llamaremos.
Quien quiera ir en coche y saltarse las rutas, no tiene problema ya que la intención primaria es la fiesta de blanco por la noche, yo personalmente prefiero ir en moto.
La razón es porque solo escribo sobre lo que pasa bajo mis ruedas ("undermywheels").
Espero que estemos todos, nos lo merecemos.