lunes, 23 de noviembre de 2009

EL NACIMIENTO DE MI NIETA (Por Anna)

Todo empieza a las 9:30 de la noche, cuando acabo de acostar a mi hijo Pol, de casi tres años. Estoy ya en la semana 41, y tanto nosotros (mi marido Dani y yo) como las comadronas (Inma y Mireia) hace algunos días que empezamos a pensar en tácticas para propiciar el inicio del parto. Aunque ellas no tienen ninguna prisa, sí que todos empezamos a ser conscientes de que va pasando el tiempo.

Como decía, tras acostar a Pol noto una pequeña contracción y un "pluff!". "Me parece que he roto aguas!" Voy al WC a comprobarlo, y efectivamente: aguas limpias. Enseguida llamo por teléfono a Dani, que está todavía trabajando en su despacho. Le explico la situación y viene volando. Acto seguido llamo a Mireia a quien también le explico lo mismo. "Qué bien!" exclama ella. Quedamos en que cuando empiece a tener contracciones regulares la llame de nuevo, y que le diga algo en cualquier caso antes de acostarme.

Llega Dani. Nos abrazamos con una gran sonrisa y decimos "Ya ha llegado el día que tanto habíamos esperado!".
Voy teniendo contracciones cada siete u ocho minutos, relativamente fuertes algunas de ellas. Mientras tanto me da por ordenar la casa, doblar ropa que tengo por recoger... como una trufa de chocolate mientras organizo con Dani las cosas que tenemos que hacer, aunque él se dedica por su cuenta a bajar la intensidad y color de la luz, enciende unas velas que reparte por toda la casa... qué bien!

A todo esto, las contracciones empiezan a hacerse un poco más intensas (mientras me cepillo los dientes lo tengo que dejar en medio de una), y Dani, que va anotando la frecuencia, me dice que poco a poco se van acelerando. Llamamos de nuevo a Mireia (son las 11pm) para comentarle cómo va la cosa, y nos dice que tiene buena pinta pero que no cree que de momento haga falta venir. Nos aconseja meternos en la cama, a lo que respondemos que muy bien, aunque es ya imposible por la emoción y las propias contracciones que son mucho más llevaderas de pie.

En el comedor me doblo sobre el sofá, las sillas, la mesa... me siento en la pelota, muevo la cadera... qué gusto poder moverme según me lo pide el cuerpo!

Todo sigue progresando igual hasta la 1am. Me voy al WC donde me siento muy cómoda. Mientras Dani llama de nuevo a Mireia (la pobre tiene una voz de dormida... :P) yo saboreo mis sensaciones. Las contracciones vienen ya cada cuatro o cinco minutos, y las dejo pasar. Hago pipi, caca, bebo un poquito de agua... sin darme cuenta se hacen las 2am, y llevo ya bastantes contracciones cada tres minutos. Llamamos otra vez a Mireia. Esta vez está bien despierta. Nos dice que ya esperaba nuestra llamada, y que viene hacia aquí.

Cuando entra por la puerta justo me estoy secando y veo una mancha de sangre muy roja en el papel. Un poco asustada, es lo primero que le digo al verla, pero ella reacciona con una gran sonrisa y diciendo "Qué bien! eso es el cervix que va por buen camino!". Me siento muy contenta de tenerla aquí, y de que sea como es. Pienso en lo feliz que soy de que haya llegado este día, y de notar cómo mi cuerpo funciona él solito, perfectamente, como ha hecho durante todo el embarazo.
Me quedo allí un buen rato más. Le digo a Mireia que no puedo abrir los ojos, y me dice "pues no los abras!". Me va masajeando la espalda y me coge de la mano.

Al cabo de un rato (son aproximadamente las 3am) nos vamos al comedor. Empiezan los pujos. Me pongo a cuatro patas delante del sofá y me abrazo a un cojín. Empiezan los gritos intensos, que hasta ahora habían sido más bien jadeos y "aaaaahhhhhsss..." suaves y largos. Mireia llama a Imma y le dice que esto ya está en marcha. Los pujos se van intensificando, aunque me quedo medio dormida entre contracción y contracción. Hacia las 4:00am llega Inma, y me encuentra con bastantes molestias en la cadera y empezando a decir "no puedo!".

Me propone sentarme en la silla de partos, todavía no se ve la cabecita de Ona. Probamos la postura del Cabaret con Dani durante dos contracciones. Debido a los gritos, que ya son bastante fuertes, se despierta Pol que dormía en la habitación de al lado. Aparece como un duendecillo, con su pijama verde, en medio del berenjenal llorando alucinado con la escena. Se me corta el rollo y paramos.

Me voy al baño mientras Dani calma al niño. Mireia se queda conmigo. La frecuencia e intensidad de las contracciones disminuye bastante.
Dani se lleva a Pol a casa de mi madre, cosa que deberíamos haber hecho antes, pero que no hicimos precisamente por no romper el ritmo.
Me meto en la bañera acuclillada, donde tengo unas cuantas contracciones más hasta que vuelve Dani. Son las 5:45am.

En ese momento Inma dice "Bueno, entonces vamos a parir o no?", muy decidida y enérgica. Me propone hacerme un tacto, del que casi ni me entero. Dilatación completa, cefálica segundo plano.

Volvemos a la posición del Cabaret. Qué divertido!! Me dejo caer entre las piernas de Dani, le estiro, le muerdo, grito... una contracción, otra... en mi cabeza me oigo a mi misma gritar. Oigo las voces de otras madres, las de los relatos que tantas veces había leído... me dan fuerza. Me acuerdo de los tantos videos que vi de partos de otras mujeres, hasta de una elefanta!! Me siento poderosa, muy fuerte aunque tiemblo como una hoja. Se me quiebra la voz cuando grito, a veces no parezco yo... sollozo, parece que ría y llore a la vez.

Mireia coloca un espejo debajo de mí. Ya puedo ver la cabecita, del tamaño de una nuez. En cierto momento oigo a Mireia decir que ya abomba, e Inma dice "un par de contracciones más y esto se acaba".
Se me hace largo, muy largo. No se cuanto tiempo llevo empujando, pero me parece que no acaba nunca.

Finalmente Inma, después de mirar como puede agachada en el suelo, nos propone pasar a la silla de partos. Me siento, unas contracciones más, pero no parece que avance. "Pues nada, vamos a bailar la danza del vientre, y cuando tengas una contracción te agachas!", me dice Inma. Yo pienso que está loca, noto la cabecita apretando abajo del todo! Un par de bailoteos, y al agacharme una de las veces ya no puedo levantarme más. Noto que me quemo y grito. El famoso aro de fuego!!! Veo un volcán en erupción. Creo que me voy a romper, pero no puedo parar. Mi cuerpo va solo. ¡Ya ha salido la cabeza! Pongo mis manos bajo el pubis y puedo tocarla. Dani me sostiene por detrás, bajo mis axilas, mientras noto que me abro. Una contracción más y la cabeza acaba de salir del todo. Es increíble!!

Oigo a todos reír y animarme, tengo ganas de reír y llorar, no puedo creer lo que está ocurriendo. No hay dolor, no hay nada, o mejor dicho, hay de todo a la vez... Otra contracción y sale el resto del cuerpo de Ona, que que me entrega Mireia inmediatamente. La abrazo en mi pecho, y noto como Dani me envuelve con sus brazos, fundiéndonos en un abrazo increíble. Ona tiene los ojos abiertos, muy oscuros, y me mira fijamente. No tengo palabras. Son las 6:53am.

A través de las rendijas de las ventanas empieza a clarear el nuevo día. Tumbada en el sofá todo son mimos y cuidados. No puedo dejar de mirar y abrazar a mi niña, a la que tanto había deseado. Dani está junto a mí, igual de alucinado. Mientras tanto Inma y Mireia arreglan cosas sigilosamente, igual que han hecho durante toda esta mágica noche. Ona se ha enganchado al pecho muy rápidamente. Qué hambre! :) Al poco rato tengo unas contracciones más, y sale la placenta. "Placenta placentera!" dice Inma, y ciertamente así es.

La noche más hermosa de mi vida, la más feliz que jamás hemos vivido.
La mejor bienvenida a una vida que justo acaba de comenzar.

Con cariño.
Anna y Ona

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Una vez más queda demostrado lo valientes y fuertes que son las mujeres. No creo que nosotros (los hombres) fueramos capaces de pasar por ese momento tan increiblemente maravilloso y poder extraer las alegrias que comporta lo que es el dolor de un parto.

Gracias por compartir con nosotros esos momentos tan intimos; una vez más MUCHAS FELICIDADES y un gran beso para la valiente Anna (bueno hazlo extensivo a Dani que seguro que también ha pasado su trance)

PARA TÍ UN FUERTE ABRAZO "ABUELETE" (La cantidad de cosas que tienes para contarles...no sé si llegarán a creérselas)

Olga-Pepe

Peipus HD

Anónimo dijo...

Querido amigo, el relato ha sido emocionante, la descripción como si la estuviéramos viviendo. Solo me cabe felicitarte por tu nuevo rol de abuelo y desearles a tus hijos y tu nieta ONA lo mejor para esta nueva vida que inician.

Tu amigo

SANTI

Anónimo dijo...

Jolin Jose Luis,nunca había vivido un parto por escrito,que pasada!
Un beso.
Julia

Anónimo dijo...

Anna, simplement impresionant!
El relat és molt tendre i conmovedor. Gairebé es pot sentir...

Gràcies per compartir-ho!
Les que no hem gaudit de l'experiència, quasi la hem pogut imaginar.

Moltes felicitats per les dues preciositats que has portat a aquest món i pel gran home que t'acompanya.

Sonia

Anónimo dijo...

a José Luis:
Avi, mi más y mejor enhorabuena.
Jaime Pérez

Anónimo dijo...

QUE BIEN, FELICIDADES DE NUEVO
Eduard Ester

Anónimo dijo...

Me conmovió...felicidades por tener esa gran familia¡¡¡
Besos
Virginia

Anónimo dijo...

Enhorabuena por ser de nuevo abuelo, por tener los hijos que tienes y por querer compartir este momento tan especial e intimo conmigo.Gracias.

Besos y vuelve pronto (con Carolina y...) que te espera tu familia , aumentada.
Elena Lafuente